Proyecto Gondwana

Gondwana: Un nuevo comienzo

En 1912, el meteorólogo alemán Alfred Wegener, uno de los padres de la geología moderna, postuló el concepto de deriva continental, – paulatino y constante desplazamiento de las masas continentales del planeta Tierra, unas respecto a otras -. El término Pangea palabra que significa toda la tierra (de las raíces griegas pan, todo, y gea, tierra), rodeada de un océano primordial llamado Panthalassa, se debe al propio Wegener, quien fue el primero en plantear la existencia del último supercontinente, iniciado hace 300 000 000 de años.

De Pangea salen por fragmentación los continentes actuales. Pangea se parte en dos grandes bloques supercontinentales: Laurasia, al norte, y Gondwana, al sur. Así, la primera acepción usualmente asumida del término Gondwana, es la de un bloque continental que dará lugar a los continentes del correspondiente hemisferio sur actual, mientras Laurasia lo hará con lo correspondiente al norte. Algunos hablan del supercontinente Gondwana, pero, si lo hacen refiriéndose a la Gondwana después de Pangea, la terminología correcta es: bloque continental Gondwana. La otra acepción corresponde al supercontinente llamado la Gran Gondwana, como sinónimo de Pannotia, que existió antes de Pangea y abarcaba toda la masa terrestre. El término fue propuesto por Stern en 1994. Gondwana, antes de Pangea, sería el supercontinente (Pannotia), mientras que, si nos referimos al después, estaríamos hablando de un bloque continental, complementario a Laurasia.

A partir de estos hechos, el escultor Daniel Papaleo propone «Gondwana: Un nuevo comienzo». Un proyecto artístico inspirado en la unión simbólica de todos los continentes que sueña con crear una sensación de interconexión entre los distintos pueblos del mundo. El proyecto busca transformarse en el tiempo en una suerte de gran archivo, que atesore la memoria cultural y artística de los distintos pueblos que habitan el Planeta, consolidándose sobre una base conceptual, científica y experimental – con acciones performáticas. Su objetivo es visibilizar la interconectividad e interdependencia entre los pueblos del mundo. 

El punto de partida desde lo artístico y contemporáneo es el conjunto de piezas escultóricas de la serie «Sonitus» realizadas por el artista. Las obras están inspiradas en la anatomía del oído interno humano, específicamente en las células ciliadas que convierten las ondas sonoras en señales eléctricas, permitiendo la percepción del sonido y, en este caso concreto, de captar el sonido de la voz, la música y el paisaje sonoro que atraviesa la escultura – ya que, para Papaleo, cada pieza escultórica tiene su propia identidad sonora -.  En este acto, el espectador deja de ser un observador pasivo, que solo observa en actitud distante, para acercarse a interactuar con la obra. De esta manera, la escultura sirve como una abstracción vibrante que cobra vida generando una experiencia multisensorial. Además, funciona como una plataforma para la colaboración interdisciplinaria, invitando a artistas y científicos de diversos orígenes a interactuar con la obra y entre sí, amplificando su alcance y resonancia.

Este enfoque colaborativo enriquece tanto la obra base como la misión del Proyecto Gondwana de construir puentes de entendimiento y apreciación mutua a través del arte. Presentado como una constelación artística, cada participación y contribución agrega una estrella a este universo creativo, fortaleciendo la idea de un mundo interconectado y dependiente.

A partir de las esculturas de la serie «Sonitus», Papaleo se encuentra en la etapa de convocar a artistas, científicos y al público a participar del proyecto, para sostener diálogo con «Sonitus», interpretando así el universo simbólico del proyecto, de la obra y del artista.

Con el deseo de una sociedad cada vez más unida y colaborativa a través de un arte sinestésico, Papaleo recupera la noción de Pangea -la Tierra Única-, creando puentes culturales que van más allá de la historia. Se trata de una maravillosa utopía realizada.

Un punto azul pálido 

“Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. En él, todos los que amas, todos los que conoces, todos de los que alguna vez escuchaste, cada ser humano que ha existido, vivió su vida.”

Carl Sagan 

El astrofísico y divulgador Carl Sagan tituló uno de sus libros como “Un punto azul pálido, una visión del futuro humano en el espacio”, inspirado en una fotografía de la Tierra tomada en 1990 por la sonda espacial Voyager I a una distancia de 6000 millones de kilómetros, que la mostraba como un punto de luz casi imperceptible, debido al fulgor del sol.

Mientras desde nuestra visión terrestre, todo adquiere una dimensión mayor, para Sagan, la Tierra es en cambio un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica, donde habitan las sumas de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones, ideologías y doctrinas, héroes y cobardes en esa mota de polvo suspendida en un rayo de sol. Siguiendo su pensamiento, Papaleo subraya nuestra responsabilidad de tratarnos más amablemente los unos a los otros y de preservar y apreciar el pálido punto azul, el único hogar que hemos conocido.

En resumen, el Proyecto Gondwana no solo busca ser una exhibición artística, sino una experiencia transformadora que desafía percepciones, inspira conciencia colectiva y promueve la sostenibilidad de las interacciones humanas a través de la belleza del arte. Es una invitación abierta a unirse en un viaje de descubrimiento, aprecio y entendimiento mutuo, reafirmando el poder del arte como catalizador de cambio y unidad en nuestra sociedad globalmente interconectada.